Como ya se mencionó, en Galápagos existen innumerables fragmentos de memoria que no se conservan en medios físicos (libros, informes u otros documentos gráficos, audiovisuales o escritos), sino a través de la oralidad: la palabra hablada. El programa de Historia Oral de la Fundación Charles Darwin (FCD) se enfoca precisamente en recuperar dichas narrativas.

La oralidad galapagueña tiene una importancia trascendental en la recopilación y construcción de una historia local, como lo demuestran los numerosos historiadores, aficionados y profesionales, que han intentado cumplir con el improbable objetivo de producir un libro de historia isleña serio y bien documentado. La mayoría de los hechos se conservan solo en la memoria de la población local y se transmiten oralmente. Un buen ejemplo es el libro del colono noruego Jacob P. Lundh The Galapagos: A brief history (2001), donde la mayor parte de la información sobre la historia moderna de las islas se recopiló de fuentes orales.

La escasez de políticas oficiales para la preservación de la información, y la práctica inexistencia de archivos o instituciones similares, sumado a un grave problema para la conservación de los documentos en papel en las islas (debido a su particular climatología), hace que el acceso a registros pasados sea difícil o incluso imposible. Por ende, las fuentes orales se convierten en la única forma disponible para explorar la memoria social y reconstruir eventos históricos.

Como es de esperar en lo que se refiere a la oralidad, los relatos sobre un mismo hecho pueden ser bastante diferentes de un narrador a otro, e incluso ferozmente opuestos. Esa característica de la tradición oral genera un nivel de incertidumbre que hace que la mayoría de los historiadores profesionales se sientan incómodos al tratar con tales fuentes. Pero, por otro lado, también proporciona un número amplio de puntos de vista, lo que permite construir un relato más rico y heterogéneo sobre un hecho, un personaje o un proceso.

Dado que, en muchos casos, no existe otra fuente disponible, la oralidad se ha convertido en el principal depósito de la memoria social de Galápagos y, por ende, de su potencial historia. Cómo manejarla y procesarla es el verdadero desafío cuando se trata de crear un discurso sólido.

[La fotografía que ilustra este texto es una diapositiva conservada en el Archivo de la FCD. No posee fecha ni mención de autoría].