Las cintas VHS (abreviatura del inglés Video Home System, o "sistema de video doméstico") fueron uno de los formatos estándar de cinta de video magnética empleados para la grabación, visualización y distribución masiva de imágenes en movimiento.

El desarrollo de este tipo de soportes tuvo lugar sobre todo durante la década de los 60' del siglo pasado. Hacia 1973 apareció en Japón el primer prototipo de VHS. Entre mediados de los 70' e inicios de los 80' tuvo lugar una "guerra" comercial entre VHS y su competidor, directo, el estadounidense Betamax. Para mediados de 1980, VHS se convirtió en el soporte dominante, un reinado que duró hasta principios de los 2000, cuando los discos ópticos y, concretamente, los DVD, lo desbancaron.

Como todos los soportes magnéticos (incluyendo los casetes de audio y los tempranos disquetes informáticos), los videos VHS eran vulnerables a la radiación magnética, e incluso al calor y al polvo, y sufrían de un problema conocido como "migración magnética". Aun así, durante casi dos décadas fueron un elemento terriblemente popular, permitiendo el surgimiento de videoclubs y el acceso a películas bajo demanda, la grabación y distribución de programas televisivos, e incluso la divulgación de cintas de contenido familiar.

En 2016 cerró sus puertas la compañía japonesa Funai, la última que manufacturaba cintas VHS a nivel internacional. Con ella finalizó una etapa de la historia de la tecnología, y se abrió un campo de estudios para la arqueología de los medios.

La sección audiovisual del Archivo de la FCD mantiene una pequeña colección de un centenar de estos materiales, cuyos contenidos incluyen videos educativos y grabaciones de conferencias. No se trata del formato más abundante dentro de las colecciones de video de la FCD, pero sí es el más sencillo de digitalizar, dada la relativa abundancia de viejos reproductores en el mercado.