Los calendarios han sido, desde mediados del siglo XIX en adelante, aprovechados como una de las herramientas más exitosas y repetidas de la historia de la publicidad, ya sea en formato de bolsillo o como calendarios comerciales de gran tamaño, de pared o de escritorio. Las hojas de estos últimos han permitido difundir fotografías y mensajes, y llevar marcas comerciales o logotipos institucionales al interior de muchos hogares y espacios de trabajo.

La FCD no dejó pasar la oportunidad de ganar visibilidad entre la comunidad local y los visitantes de las islas Galápagos y creó, al menos desde la década de los 80', una serie de calendarios en los cuales incluyó imágenes de los paisajes y la biodiversidad del archipiélago. Algunas de esas fotografías pertenecen a profesionales tan renombrados como Tui de Roy, y su análisis permite apreciar los cambios de intereses temáticos a lo largo del tiempo (de paisajes genéricos a especies concretas, de imágenes artísticas a elementos con mensaje), e incluso identificar variaciones estilísticas en el diseño general.

El Archivo de la FCD ha logrado recuperar y conservar una pequeña colección de ejemplares, y continúa rastreando elementos perdidos para sumarlos a la lista.