Las huellas de la memoria isleña
Los elementos del patrimonio cultural de Galápagos
En los primeros tiempos de su historia de ocupación humana, las Islas Galápagos fueron un espacio de viaje y exploración. Uno de los elementos que mejor expresan esa cualidad son los numerosos grafitis que aún pueden encontrarse en las rocas de las costas del archipiélago, especialmente cerca de los lugares de desembarco. Se pueden utilizar para rastrear la historia de la navegación en las islas y, si bien pueden considerarse como un rasgo invasivo o un daño al medio ambiente, también codifican la presencia humana en Galápagos al menos desde finales del siglo XVIII. Los grafitis y otros elementos relacionados con los viajes (muelles, anclas, naufragios, etc.) forman parte del patrimonio cultural tangible de las islas y representan una parte importante de la historia de Galápagos.
En muchos casos, los viajes llevaron a la colonización: el archipiélago fue (y sigue siendo, en realidad) un espacio de colonos que han dejado huellas en casi todas partes. Desde las cuevas en las tierras altas de isla Floreana hasta las tempranas casas y campos de cultivo de Santa Cruz o el "Muro de las Lágrimas" en Isabela, todos representan un patrimonio tangible invaluable.
La industria fue una parte vital del proceso de ocupación y colonización. De ahí que las islas hayan sido también un espacio industrial. Las ruinas y restos de las haciendas de las tierras altas de San Cristóbal, la mina de sal de Santiago o las salinas cercanas a Puerto Ayora, en isla Santa Cruz, así como otras muchas marcas y cicatrices dejadas por el ser humano en el territorio, forman parte de un patrimonio industrial muy importante que explica los intentos de supervivencia y progreso de las poblaciones locales a lo largo del tiempo.
La guerra influyó en el paisaje galapagueño. La presencia de la base militar estadounidense en Baltra dejó varios edificios y estructuras, tanto en esa isla como en las vecinas. Hay elementos abandonados relacionados con la guerra en el sur de Isabela, y el "pino de Baltra" (la madera de los cuarteles estadounidenses desmantelados) sigue siendo un material de construcción en muchas casas antiguas de Galápagos. De hecho, el actual aeropuerto y el embarcadero de Baltra son restos de la presencia estadounidense, así como el sistema de distribución de agua en San Cristóbal. Aunque es un patrimonio débilmente conservado, sigue siendo una parte importante de la historia y de la memoria de las islas.
Por último, pero no menos importante, está el patrimonio científico. Durante los últimos dos siglos, Galápagos ha sido uno de los espacios científicamente más ocupados del mundo. La presencia de investigadores, de exploradores y, en general, de científicos en las islas ha sido continua desde finales del siglo XVIII. Y aunque las señales tangibles de tal presencia no son tan evidentes como las pertenecientes a otras categorías patrimoniales, son importantes. Desde la primera estación científica creada por el noruego Alf Wollebaek en isla Floreana hasta las instalaciones de la Estación Científica Charles Darwin en Santa Cruz, todas dan cuenta de las actividades científicas en el archipiélago.
Todo lo anterior ha generado un enorme y rico patrimonio documental, también tangible: desde las fotografías y videos que documentan paisajes, personas y edificios, hasta los numerosos artículos, libros y diarios que recopilan todo el conocimiento producido. Asociado a esos diferentes espacios en términos de patrimonio tangible, hay uno intangible: la tradición oral, el folklore, las costumbres, las creencias y las tradiciones de un lugar, un pueblo y/o una comunidad.
El patrimonio cultural en Galápagos es, sin lugar a dudas, multifacético. Cuanto más fuertes sean los vínculos establecidos entre sus muchas partes, más rico se volverá.
[La fotografía que ilustra este texto es una diapositiva conservada en el Archivo de la FCD. Fue tomada por Godfrey Merlen en Puerto Ayora, isla Santa Cruz, en la actual Av. Charles Darwin, a mediados de los años 70].
Texto e imagen: Edgardo Civallero (edgardo.civallero@fcdarwin.org.ec)
Fecha de publicación: 1 de mayo de 2022
Última revisión: 1 de mayo de 2022