Galapagueana | El Bosque de los Niños

El Bosque de los Niños

En isla Isabela, la Scalesia cordata, conocida popularmente como "lechoso", crece solo en un puñado de puntos, incluyendo las cercanías del volcán Sierra Negra. Los terribles incendios (como el de 1985, que consumió unas 20.000 ha., o el de 1994, que arrasó unas 4.000), junto con los cultivos, el pastoreo de ganado, y la introducción de especies foráneas como el guayabo, el pasto elefante o la cachimuela, fueron arrinconando a esta especie única. Especie, por cierto, utilizada desde el inicio de la ocupación humana de la isla como fuente de madera, como puede observarse aún en las vigas de algunas construcciones antiguas.

Los reductos isabeleños de Scalesia son un verdadero tesoro. Así lo entendió Jacinto Gordillo, hombre con una larga historia en Isabela y, durante muchos años, el representante de la FCD en la isla. Hacia 1992, Don Jacinto prestó atención a un pequeño bosquecillo de "lechosos" que se ubicaba a un lado de la carretera que une Tomás de Berlanga, la cabecera parroquial, con el recinto de San Antonio de los Tintos. Los árboles estaban amenazados, pues el terreno en el que crecían era de propiedad privada (de D. Heriberto Gil), estaba invadido de guayabos y otras malezas, y en él se ataba ganado.

El hombre no se amilanó y en agosto de 1992 escribió al jefe del área de Botánica de la FCD, Hugo Valdebenito, quien recomendó la compra del predio. Para septiembre el terreno estaba siendo negociado, pero luego el asunto cayó en el olvido. Gordillo retomó el tema en agosto de 1993, y la directora de la Estación, Chantal Blanton, logró formalizar la adquisición poco después. Adicionalmente, se solicitó la donación de un pequeño terreno que servía de camino de entrada al santuario, el cual era de propiedad municipal. El propietario formal del bosque terminó siendo, de forma muy simbólica, el Club Renacer de isla Isabela, que realizó su primera visita al bosque el 27 de agosto de 1993.

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Don Jacinto bautizó la reserva como "El Bosque de los Niños". El área protegida era de 1200 m2, cercada con alambre y estacas, y limpia de guayabo y otras invasoras gracias a la aplicación del tristemente famoso insecticida Roundup (glifosato, por entonces aún popular). El bosque contaba al inicio con 168 ejemplares de Scalesia y otros de especies endémicas como el guayabillo o el pega-pega.

En diciembre de 1994 se instaló un letrero enviado desde la Estación Darwin en Santa Cruz. En los senderos internos se colocaron carteles explicativos y un pluviómetro, y en marzo de 1995 se crearon "bandas" para sembrar nuevas plantas de Scalesia.

El bosquecillo fue visitado por miembros de la Comisión Europea en julio de 1994, y por Henri de Nassau-Wellburg, Gran Duque de Luxemburgo, en noviembre de 1995.

¿Cómo sabemos todo esto? Porque Jacinto Gordillo produjo una serie de informes, tipeados a máquina, ilustrados con fotos pegadas al papel, recortados y grapados, y redactados con su personal prosa y todas sus (muchas y fuertes) opiniones sobre la conservación del medio ambiente de las islas. Esos informes son una de las joyas del Archivo de la FCD. Sobre este proyecto, "El Bosque de los Niños", dejó numerosos escritos, cartas y peticiones...

...y una buena cantidad de fotografías: los árboles, los niños junto a ellos, los carteles, los paisajes... Leyendo sus párrafos, es imposible ignorar la idea subyacente a sus palabras: estas islas, este mundo, son el legado que dejamos a esos niños que aparecen en las fotos. Y a todos los demás.

Gordillo, Jacinto. [El Bosque de los Niños]. [Informe]. Isabela, Galápagos : Jacinto Gordillo, [ca1995]. [S.d.] : il. col. : 29 cm. CDD 333.72. Regular estado de conservación.

Texto e imagen: Edgardo Civallero (edgardo.civallero@fcdarwin.org.ec)
Fecha de publicación: 1 de octubre de 2022
Última revisión: 1 de octubre de 2022