Las instituciones de gestión de conocimiento y memoria (bibliotecas, archivos y museos) suelen organizar sus documentos —cualquier elemento capaz de transmitir información de algún tipo— de acuerdo a criterios genéricos, tales como soporte o formato.

Sin embargo, en ocasiones agrupan sus materiales en colecciones definidas según categorías más amplias. Es el caso de la colección de arte alojada en el archivo de la Fundación Charles Darwin (FCD), la cual incluye dibujos en lápiz y en tinta, bocetos, y algunas acuarelas y aguadas.

La mayor parte de esos trabajos, donados por sus autores, son originales, y en algunos casos puntuales no han sido publicados ni reproducidos, lo cual los vuelve únicos. Asimismo, la práctica totalidad de los autores de los dibujos son mujeres: eso convierte a la colección en una producción mayoritariamente femenina.

Probablemente la artista que más ha aportado a esta colección —y a la ilustración naturalista galapagueña— ha sido la ecuatoriana Sara Santacruz. Si bien ilustró buena parte de la biodiversidad terrestre de las islas Galápagos, su obra más abundante se enfocó en las plantas nativas. Sus dibujos, en tinta y en color, ilustraron el libro Galápagos, nuestras islas, entre otros. En la colección de arte se conservan apuntes y bocetos suyos referidos también a animales, a paisajes icónicos del archipiélago, a la geografía humana de las islas y a las prácticas de sus habitantes. Asimismo, realizó esquemas y mapas, destinados a completar artículos y campañas educativas.

Su faceta más desconocida se refleja en una pequeña carpeta titulada "Varios", en donde algún archivero pretérito de la FCD recogió una serie de viñetas cómicas de Sara, referidas a situaciones cotidianas vividas dentro de la Estación Charles Darwin.

Otra artista cuyos dibujos se encuentran en el Archivo de la FCD es Katie Lee, que hacia 1988 preparó un libro titulado Galápagos, the mystical islands, con ilustraciones en tinta y acuarela que pretendían dar cuenta de la fauna galapagueña. El proyecto finalmente no se concretó, pero unos años más tarde Lee publicó A visit to Galápagos, poblado de maravillosas imágenes producidas a mano.

Por otro lado, se incluyen muestrarios de portfolios de artistas como Kay Dodge (con una magnífica ilustración de una fragata con su polluelo), Antonia Philips, Jorge Sotomayor (autor de obras trazadas sobre fondo negro y numerosos bocetos arquitectónicos de la Estación Charles Darwin) o Sam Bower, todos ellos compuestos por dibujos o bocetos realizados en tinta.

Fueron (y siguen siendo) muy numerosos los artistas que trabajaron en las Galápagos: sus dibujos y pinturas han quedado en muchos de los libros que reposan en los estantes de la Biblioteca de la FCD. Y, probablemente, lo seguirán siendo. Pues en el archipiélago siempre habrá motivos para seguir realizando dibujos del natural.