Antes de la invención de los hoy ubicuos programas informáticos conocidos como "bases de datos", la información solía almacenarse en fichas o, de forma más organizada, en cuadernos de inventario: tablas en las cuales se dejaba constancia de todo tipo de datos. Allí aparecían desde elementos bibliográficos hasta artefactos arqueológicos, pasando por dispositivos tecnológicos, ítems de colecciones biológicas o materiales de archivo, entre otras muchas posibilidades.

Con el surgimiento de los distintos softwares de gestión de datos, la información recolectada y contenida en los cuadernos de inventario fue volcándose, progresivamente, en computadoras y discos duros. No siempre de forma fehaciente, por cierto. Con el paso del tiempo, los cuadernos originales fueron demostrando una capacidad de supervivencia mucho más alta que la de sus contrapartes informáticas: los disquetes se dañaban, los dispositivos se rompían, las bases en línea se borraban accidentalmente... y el papel, con contadas excepciones, perduraba. Es por ello que las instituciones más precavidas, a pesar de haber modernizado sus sistemas de gestión de conocimiento, guardaron en un rincón de sus archivos los soportes de inventario originales. Por las dudas.

Las colecciones biológicas de la FCD —en diálogo constante con el Archivo institucional— cuentan con una serie de varios cuadernos de este tipo, relacionados sobre todo con el material biológico conservado. Junto a las fichas, continúan siendo consultados a día de hoy cuando resulta necesario corroborar datos puntuales. Además, esas páginas han demostrado ser un pequeño compendio de historia institucional, con sus diferentes caligrafías, apuntes y fechas. Todos esos elementos, que en otras circunstancias podrían ser considerados anecdóticos y nimios, dan cuenta de las muchas personas que han realizado un aporte a la ciencia galapagueña y a la memoria social de las islas.

El documento elegido como ejemplo de esta colección es un inventario / catálogo de los invertebrados presentes en los fondos de la Estación Científica Charles Darwin. Las fechas de las entradas abarcan desde 1974 a 1999, y los datos recogidos incluyen un número de identificación, la clasificación taxonómica del ejemplar, el nombre de la especie, el lugar de recolección del espécimen, la fecha de ingreso en el catálogo, algunas notas, y el nombre del recolector.