Piratas y mermelada
En los archivos, bibliotecas y museos se albergan documentos, materiales o artefactos, a veces muy pequeños, que son capaces de evocar complejas historias. Esas historias no siempre tienen una base real, y otras la tienen, pero han sido tan deformadas a lo largo del tiempo que generan más dudas que certezas.
La siguiente historia está relacionada con algunos fragmentos de cerámica pertenecientes a la colección Maruri: una serie de artefactos arqueológicos recolectados por una expedición ecuatoriana en isla Santiago hacia 1963, y hoy alojados en la Biblioteca, Archivo y Museo de la Fundación Charles Darwin (FCD). Las pequeñas piezas de arcilla pertenecen a un tipo de vasija conocido, en la literatura académica anglófona, como Spanish jars ("jarras españolas"), y habrían sido dejadas en varios puntos de la costa de Santiago por los bucaneros y piratas que visitaron las Galápagos durante los siglos XVII y XVIII.
Un particular relato que incluye la presencia de esas jarras es el incluido por los noruegos Thor Heyerdahl y Arne Skjølsvold en Archaeological evidence of pre-Spanish visits to the Galapagos Islands. Allí se refiere —aunque sin citar la fuente, algo muy común en Heyerdahl— que el capitán Clinton Baverstock dio con una enorme Spanish jar en el lecho de un río seco en 1950, a 200 m de Buccaneer Cove (Santiago).
[Según el periódico The Abaco Account del 31 de mayo de 1964, Clinton Baverstock, nacido en el estado de Washington, fue un capitán de navío estadounidense que, tras una carrera larga en la compañía Pacific Mail Line, se convirtió en uno de los primeros pilotos del canal de Panamá en 1934. Durante su estadía de 25 años en Panamá construyó un ketch, el Inca, con el cual navegó a Galápagos en dos ocasiones].
Partiendo de ese hecho, Heyerdahl señala que, en 1684, los piratas británicos William Ambrose Cowley y William Dampier, junto a otros compañeros, desembarcaron doce días en James Bay, en Santiago, para repartirse un botín arrebatado a barcos españoles cerca de Guayaquil.
Dejaron allí, entre otras cosas, ocho toneladas de mermelada de membrillo en grandes tinajas.
[Heyerdahl basa su comentario en "un manuscrito del British Museum", aunque, para no perder su costumbre, no indica cuál. Probablemente se tratase del Journal of a voyage round the World, 1683-1686 (o The voyage of William Ambrosia Cowley, mariner, from y. Capes of Virginia to y. Islands of Cape D'Verd; from thence to Guiny ... etc.), ca.1690, conservados en la Sloane Manuscripts Collection de la British Library como Mss. 1050 & 54].
Siguiendo al noruego, el curioso "tesoro" fue destruido por enviados del virrey del Perú cuando este descubrió que las islas eran un escondite bucanero. Los fragmentos de las Spanish jars eran tan evidentes que fueron encontrados por el capitán James Colnett en 1793, durante su viaje en el HMS Rattler (travesía relatada en el libro A Voyage to the South Atlantic and around Cape Horn into the Pacific Ocean..., publicado en 1798) y por el ya mencionado Baverstock. De hecho, en 1953, Thor Heyerdahl y su equipo se toparon con algunos de esos fragmentos embebidos en coladas de lava, durante una expedición a Galápagos.
La historia de la mermelada y los piratas quedó registrada en el patrimonio intangible medio histórico, medio fantasioso de las Galápagos. Las piezas de cerámica de la colección Maruri señalan la existencia real de esas "jarras españolas". Pero, ¿qué hay de cierto en la historia de Heyerdahl?
Una búsqueda bibliográfica concienzuda arroja dos resultados valiosos. Por un lado, el diario de viaje del propio William Dampier, titulado A new voyage round the world, en la reimpresión de 1937 publicada en Londres por A. and C. Black Ltd.
Estos barcos que tomamos el día antes de venir de Guanchaquo, iban los tres cargados de harina con destino a Panamá. Dos de ellos iban cargados tanto como podían navegar, y el otro no estaba cargado ni a la mitad, pero el virrey de Lima le ordenó navegar con los otros dos, o de lo contrario no navegaría hasta que nosotros hubiéramos salido del mar; porque esperaba que pudieran escapar de nosotros partiendo temprano. En el barco más grande había una carta al presidente de Panamá del virrey de Lima, asegurándole que había enemigos entrando en ese mar, por lo cual había despachado estos tres barcos con harina, para que no pasaran necesidad (pues Panamá se abastece de Perú) y deseaba que fuera frugal, porque no sabía cuándo podría enviar más. En este barco había igualmente 7 u 8 toneladas de mermelada de membrillo, y una mula señorial enviada al presidente, y una imagen muy grande de la Virgen María en madera, tallada y pintada para adornar una nueva iglesia en Panamá, y enviada desde Lima por el virrey; porque este gran barco vino de allí no mucho antes. También iba a llevar 800.000 piezas de ocho desde Lima a Panamá; pero mientras estaba en Guanchaco, recogiendo su cargamento de harina, los comerciantes, al enterarse de que el capitán Swan estaba en Valdivia, ordenaron que el dinero volviera a tierra. Los prisioneros también nos informaron que los señores (habitantes de Truxillo) estaban construyendo un fuerte en Guanchaquo (que es el puerto marítimo de Truxillo) cerca del mar, con el propósito de entorpecer los planes de cualquiera que intentase desembarcar allí. Ante esta noticia modificamos nuestras resoluciones anteriores y resolvimos ir con nuestros tres botines a las Galápagos; que son una gran cantidad de islas grandes que se encuentran algunas debajo del Ecuador, otras a cada lado de él ... Nos quedamos aquí solo 12 días, tiempo en el que desembarcamos 5000 paquetes de harina para tener una reserva [en las islas] en caso de que tuviéramos necesidad de ella antes de que tuviéramos que abandonar estas aguas.
Y, por el otro, el primer volumen de la compilación de diarios de viaje realizada por David Henry en 1774 y titulada An historical account of all the voyages round the world, performed by English navigators; including those lately undertaken by order of his present majesty (pp. 301-302):
A su paso divisaron tres velas: Eaton persiguió a dos de ellas hacia mar abierta, y Cook pronto capturó al que estaba más cerca de la tierra. Eran barcos cargados de harina que iban a Panamá, en uno de los cuales se encontró una carta del virrey de Lima al presidente de Panamá, informándole de los enemigos que se encontraban en la costa y de la supuesta cantidad de sus fuerzas. También hallaron una imagen de la Santísima Virgen en madera, y una majestuosa mula, obsequio al Presidente, y siete u ocho toneladas de mermelada de membrillos, que se come como un gran manjar en ese país. Por los prisioneros tomados en estos barcos supieron que los españoles estaban fortificando Truxillo y que ya se había establecido una guarnición. Por tanto, se juzgó impracticable el ataque a ese pueblo, y se resolvió retirarse a las Galápagos con el botín, y allí consultar qué era lo mejor a emprender a continuación. Las Galápagos son un grupo de islas ubicadas en el Ecuador, muy poco conocidas o frecuentadas, hasta que los bucaneros encontraron su camino hacia los Mares del Sur; la más cercana está a 110 leguas al oeste de la principal, en la longitud 70 grados W de Inglaterra. Para estas islas zarparon el 29 de mayo y llegaron a ellas el 31. Aquí encontraron muchas tortugas, de las que se deleitaron todos los días. Se quedaron unos diez o doce días, y depositaron allí alrededor de 5000 paquetes de harina tomada de sus botines, para que sirvieran como suministro futuro en caso de necesidad.
Ambos relatos (el segundo basado claramente en el primero) señalan la captura de un botín de mermelada, pero en ninguno de ellos se indica que se enterrara en Santiago. Sin embargo, considerando las circunstancias (y que el botín de harina sí fue enterrado), ¿qué otra cosa podrían haber hecho los piratas con semejante cantidad de dulce en jarras?
Y, de haber sido así, ¿cuántos de los fragmentos conservados en la colección Maruri habrán albergado en su interior la mermelada robada por los bucaneros a los barcos españoles?
Referencias
Colnett, James (1798). A Voyage to the South Atlantic and around Cape Horn into the Pacific Ocean... London: printed for the author by W. Bennett.
Dampier, William (1937). A new voyage round the world. London: A. and C. Black Ltd.
Henry, David (1774). An historical account of all the voyages round the world, performed by English navigators; including those lately undertaken by order of his present majesty. London: Printed for F. Newbery.
Heyerdahl, Thor; Skjølsvold, Arne (1956). Archaeological evidence of pre-Spanish visits to the Galapagos Islands. Salt Lake City: The Society for American Archaeology.
Vv.Aa. [Fragmentos de jarras españolas]. [Artefacto]. [S.d.] : Vv.Aa., [ca1684]. [S.d.] : [s.d.] : [s.d.]. CDD 986. Buen estado de conservación.
Categorías temáticas: Arqueología | Historia de Galápagos
Palabras-clave: Artefactos | Manuscritos | Objetos | Piratas
Marco temporal: 1684
Texto e imagen: Edgardo Civallero (edgardo.civallero@fcdarwin.org.ec)
Fecha de publicación: 1 de diciembre de 2021
Última revisión: 1 de diciembre de 2021